Wednesday, September 08, 2010

El golpe de mercado explicado a un extraterrestre

Si llegáramos de otro planeta y alguien nos contara lo que está sucediendo en la Tierra, no daríamos crédito:

* Un grupo de bancos y empresas financieras fabricantes de aire, se meten en negocios sucios y quiebran.
* Los Estados se apresuran a entregarles cantidades obscenas del dinero de los ciudadanos para que se mantengan, para que siga funcionando “el sistema”.
* Los gobernantes se ponen muy serios y acuerdan establecer controles a la especulación y acabar con los paraísos fiscales de los beneficios sin impuestos. Transcurrido más de un año, esas medidas no se producen.
* Los Estados se endeudan por el desembolso que les ha supuesto salvar “el sistema”, a base de regalar millones a los poderosos. Los bancos se lo exigen agriamente y con intereses. Las agencias de calificación –sufragadas por el “mercado”- dan nota a los Estados en un nuevo juego especulativo. Señalan las dianas a abatir.
* El “mercado” se “intranquiliza” y sume a la bolsa en una montaña rusa (la “bolsa” sirve para que unos cuantos inversores privados se enriquezcan).
* Los portavoces del “mercado” –FMI, Bruselas y otros organismos internacionales- toman oficialmente las riendas y ordenan a los Gobiernos las medidas a tomar para que sus clientes continúen lucrándose. Nosotros, no ellos, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Antes de su voracidad extrema, no teníamos ese problema.
* Los Gobiernos se apresuran a cumplir los mandatos recibidos: Mermar el estado del bienestar, exprimir y empobrecer a los ciudadanos, para obtener dinero con el que saciar a sus amos. Han de mantener “el sistema” –ese ente tan perfecto que tiene sumido en la pobreza absoluta a dos tercios de la Humanidad por ejemplo-.
* Los ciudadanos se callan. Tragan. Todo lo que se les eche. En Grecia –con los “ajustes” más draconianos- las huelgas, con sus muertos y todo, no sirven para nada. En Islandia –país que fue el primero en caer convirtiendo TODOS los ahorros de los ciudadanos en papel mojado y que ya protestó lo suyo sin éxito-, acaban de elegir a un humorista como alcalde de la capital, Reykjavik. Su formación se declara abiertamente corrupta y asegura que no cumplirá sus promesas. Las organizaciones sociales no encuentran momento de actuar conjuntamente para dar una respuesta. Pasivas como el resto de la ciudadanía.

Quizás, podía haberle resumido la historia al extraterrestre diciendo:

* Un reducido número de indeseables trampean y estafan con ánimo de lucro desmedido, y, tras someter a los gobiernos representantes de la soberanía popular, hacen pagar la cuenta a los ciudadanos. Éstos, endeudados hasta las pestañas por la estrategia del “mercado/sistema”, abducidos por la propaganda, se someten a cuantas perrerías les hagan.

Continúa siendo muy largo. A ver así:

* Se acabó la democracia en el planeta tierra, el “mercado” ha dado un golpe de Estado.

(Extracto del blog "Periscopio" de Rosa Maria Artal)

Tuesday, August 17, 2010

Andenes Circulares de Moray: Incanato y Geo-economía



A 45 minutos de la ciudad de Cusco, está Moray, el "templo" de los economistas peruanos. Cuando uno llega, luego de pasar por Maras, desde lo alto ve un inmenso pionono. En realidad, son andenes circulares que hoy conocemos simplemente como terrazas.

El incanomista de Moray


Se dice que cada "balcón" de Moray reproduce las condiciones climáticas de diferentes zonas del imperio incaico.

En este enigmático lugar se habrían simulado hasta veinte tipos de microclimas y entre la parte más alta y la más baja, distanciadas únicamente por treinta metros, habrían hasta quince grados centígrados de diferencia.

Moray era un centro de experimentación agrícola en donde el inca ensayaba distintos cultivos para diferentes alturas. Lo curioso es que el sistema de irrigación, hasta el día de hoy, sigue siendo un misterio. Ni las lluvias torrenciales logran inundarlo.



Si Machu Picchu simbolizó la grandeza religiosa y Sacsayhuamán la grandeza militar, Moray representó la grandeza económica.

En efecto, el sistema económico durante el incanato estaba basado en una organización de reciprocidad y redistribución que iba del ayllu (comunidad) al curaca (jefe del ayllu) y del curaca al inca (el curaca de los curacas), y luego del contacto comercial, en la dirección opuesta (del inca al curaca y del curaca al ayllu), dado que después de entregar lo producido se recibían a cambio los bienes que las otras comunidades cosechaban o elaboraban (agricultura, cerámicas, orfebrería y telares).

En este "TLC hacia adentro", el inca era el mercado central que todo lo recibía y, a su vez, el distribuidor central que todo lo repartía (por sus manos pasaba todo), pues intercambiaba la gran variedad de productos que le hacían llegar los diferentes ayllus de diferentes climas, permitiendo así que una considerable gama de bienes del conjunto del imperio incaico esté presente en cada comunidad por la relación de "parentesco" que se establecía.



En la cultura andina cuando alguien te entrega algo inicias una relación de reciprocidad que se conoce como "parentesco".

Huaqcha, el hombre pobre del incanato, significaba también "huérfano", lo cual revela que la riqueza y pobreza estaban asociadas al número de "parientes" con quienes se establecían relaciones de reciprocidad y redistribución.

En consecuencia, huaqcha era el hombre que, por no intercambiar, sólo comía papas. Por eso el inca, que era el que tenía más "parientes" y por lo tanto más productos, era el más rico. En la actualidad, el inca no dudaría en firmar un TLC ni en entregar un quipu a cambio de un Ipod.

La división del Tawantinsuyo (tawa es cuatro, suyo son partes) que conocemos como antisuyo, chinchaysuyo, contisuyo y collasuyo habría sido únicamente política y no económica. Y como los incas no tenían el concepto de mapa como el mundo occidental lo entiende, lo más probable es que estas fronteras hayan sido dibujadas por españoles.

En realidad, la "división" en los hechos era económica (esta zona es de papa y esta otra es de pescado) y se realizaba bajo un sistema de pisos ecológicos altitudinales, de los cuales Moray era el centro de ensayo y tanteo de la producción diversificada (cultivaban lo que rendía). Simple y llanamente, geoeconomía en su máxima expresión.

De esta manera, el sistema económico trasversal funcionaba para "acercar" e integrar a las comunidades permitiendo que la zona más alta donde sólo se podía cultivar papas pueda tener acceso al pescado de la zona más baja. En los otros pisos altitudinales, por supuesto, podían encontrar, por ejemplo, ají, frutas y maíz.

El fraccionamiento departamental que hoy tenemos en el Perú (país dividido en veinticuatro espacios) no refleja la integración económica de los ayllus y pisos altitudinales o curacazgos dado que fue realizada sobre la base de las delimitaciones de los corregimientos coloniales que, a su vez, expresaban la integración por conquista de los territorios (esto para mi y esto para ti, así de sencillo).

Y la conquista supuso la división de los grandes ayllus y curacazgos rompiendo el esquema de complementariedad y redistribución, con lo cual, el flujo comercial se quebró, las economías locales se aislaron y los huaqchas se multiplicaron (por ejemplo, entre Ayacucho y Huancavelica, dos de los departamentos más pobres del país, se rompió un ayllu grande).

En resumidas cuentas, desde siempre, en el Perú, la lógica de integración ha sido por pisos altitudinales. En sencillo, un departamento costeño más un departamento serrano más un departamento selvático sería igual a un espacio libre donde las producciones se complementarían (bajo la lógica transversal Arequipa, Moquegua y Puno no se pelearían por el agua del río Tambo).

Acabemos con tantas fronteras departamentales que tenemos y que sólo nos dividen haciendo, como nuestros antepasados, geoeconomía.

Wednesday, August 11, 2010

“Quiero descubrir el placer de morir” - Armando Robles Godoy (R:I:P)


“Quiero descubrir el placer de morir”
Armando Robles Godoy
[Nueva York 1923 - Lima 2010]


A propósito de la reciente reedición de su novela Veinte casas en el cielo, Armando Robles Godoy habla sobre los temas que le fascinan: la sexualidad, la literatura, el cine y la muerte inexorable. A sus 85 años, Robles sigue lanzando ideas y frases provocadoras.



Por: Raúl Mendoza

Armando Robles Godoy vive en un departamento de Miraflores con su esposa Ada y su hija Delba. Cuenta que en una colección de historia sobre personajes peruanos –que él guarda en su biblioteca– lo definen como "el cineasta peruano con más premios literarios, y el escritor con más premios de cinematografía". A sus muchos años todavía camina erguido, habla con voz fuerte y clara, y sigue tan lúcido como siempre. Tiene tres obras literarias concluidas y espera verlas publicadas antes de que la película de su vida llegue a su fin.

–A los 85 años, ¿cómo se siente?

–Mi espíritu sigue tan joven como siempre. Pero ya soy un adulto mayor, aunque no me siento en absoluto así. Al contrario. Soy atleta, practiqué básquetbol y natación, y como además no tengo ningún vicio, me siento físicamente sano.

–¿Qué es lo que está haciendo ahora?

–Desde hace tres años estoy casi íntegramente dedicado a la literatura, a todos sus géneros, sin dejar la enseñanza de la cinematografía. Dicto talleres. Y como es una enseñanza poco activa trato de caminar lo más posible y a veces hasta corro un poco.

–Usted afirma que el ser humano es polígamo por naturaleza. ¿Cómo conjuga eso con más de 50 años de casado?

–Según el diccionario, ‘monógamo’ es quien solo tiene una esposa. Así que éticamente soy monogamísimo porque no he tenido más que una esposa. Ahora la otra cuestión, la de la naturaleza, esa va por su cuenta.

–No quiere responder sobre eso.

–Como tú o como cualquier ser humano, soy polígamo por naturaleza. El que ceda o no a esa naturaleza, ya es otro tema.


–También dice que los humanos somos los únicos animales eróticos.

–El hombre tiene una característica que no tienen las demás especies, y es la creatividad. Esa capacidad en relación con el sexo convierte la sexualidad, que es la máxima fuente de placer del ser humano, en un arte. Ese arte es el erotismo. Ahora, el problema es que muchas veces se asocia el erotismo con el amor.



–Y no están asociados.

–No tiene nada que ver. No necesariamente van juntos. Tú puedes tener la mejor experiencia sexual de tu vida con una enemiga de mierda a la que después inclusive la matas. O te mata (risas).

–Siempre se ha hablado de la pacatería limeña. ¿Somos unos reprimidos?

–No creo que seamos reprimidos. Somos hipócritas, pero no reprimidos. No hacemos mucha bulla y cerramos la puerta para que no se oigan los gritos orgásmicos.

–Pero sí somos un poco moralistas.

–La moral inventa el pecado ¿Pero qué cosa es el pecado? Es ir contra la naturaleza. Y en el tema sexual no se dan cuenta de que lo natural es la poligamia. Para no ir contra la naturaleza se debería uno tirar a quien sea. Pero la moral ha convertido en legítima la monogamia, con la cónyuge, para toda la vida.


–Usted nunca ha tenido problemas con lo que dice, no les tiene miedo a las palabras.

–Es que eso sí me parece una cojudez. Las palabras se han inventado para decirlas, no para guardarlas. Decir ‘vete a la eme’ en vez de ‘vete a la mierda’. O decir ‘caracho’, en vez de carajo. La riqueza del vocabulario es también la riqueza del pensamiento.

–¿Siempre fue tan franco?
–No fue una actitud muy precoz, felizmente. Porque yo nací y viví los primeros años en una dimensión social donde había más pacatería que ahora. Ahora el idioma se ha soltado. El otro día estaba conversando con Marco Aurelio Denegri sobre quién fue la primera persona que soltó un ‘carajo’ o ‘mierda’ por televisión. Y creo que he sido yo. En las conferencias tampoco tengo problemas.

LA LITERATURA , EL CINE
–Acaban de reeditar su libro Veinte casas en el cielo

–Después de 50 años. Mi hija Marcela me dijo ‘qué te parece si buscamos una segunda edición, porque todos los que han leído la primera edición ya han muerto’. Lo que atrajo a la editorial Mesa Redonda era que el libro tenía dos características: una era los 50 años entre la primera edición y la segunda, y dos, el hecho de que el autor estaba vivo todavía. Así nació esta segunda edición, corregida.

–Existen editoriales jóvenes, como la que editó su libro. ¿Por qué a pesar de ese esfuerzo se sigue leyendo poco en el Perú?


–No sé por qué se lee poco. Pero lo que se debería hacer es poner el libro al alcance de la gente como lo hizo en su momento Manuel Scorza con los Populibros. Si la gente puede comprar un libro, lo hace. Pero si el libro cuesta 40 a 50 soles, la culpa es del gobierno.

–El nivel cultural del país está por los suelos.

–Bueno, creo que entre la cultura y la incultura hay la misma brecha que entre la riqueza y la pobreza en el Perú. El Perú debe estar en los primeros lugares entre los países en que la separación es tan amplia.


–¿Tan mal ve al Perú? Dicen que estamos creciendo...

–Soy un enamorado del país, amo al país como abstracción, como entidad viva, lo que me jode son los peruanos (risas).

–¿Qué piensa de nuestro presidente?

–Si me refiero a un campo que conozco, que es el de la cultura, Alan García, a quien he tratado, es una persona cultivada. Creo que debió estar más abierto a la dimensión cultural, pero no la ha desarrollado.

–Su última película Imposible amor no ha podido estrenarse.

–Porque a los exhibidores no les dio la gana. Hay una ley de cine vigente, promulgada, pero fue mal reglamentada. No hay el fomento real que se buscaba tratándose de un lenguaje que es el lenguaje por excelencia hoy día, porque la lectura ya no lo es.
–¿Qué pasó con la película?
–La terminé, la exhibí en reuniones, en algún cine club. Pero no se exhibió en cines (comerciales) porque la ley está sometida a la libertad de comercio. El poder económico del cine norteamericano es grande. Es un monopolio de facto en el cual las grandes empresas productoras son también las grandes empresas distribuidoras.



En los años 50, en la selva peruana, con su esposa Ada, sus hijas y unos amigos.
LA MUERTE
–Usted no se ríe de la muerte, pero no le tiene miedo.
–Ese es otro tema que me tiene ocupado. Para mí el último lustro de mi vida apunta a llegar bien a esa meta. Morir como una meta y no como un fin desagradable. Quisiera reunir a un grupo de personas con las mismas ideas, porque todo lo que se consigue en la vida se logra mejor si se hace partícipe a alguien más. Que no sea una cosa masturbatoria sino orgiástica. O sea eso es lo que estoy buscando ahora: la mejor forma de morirme. No morirme porque se me acabó la vida, sino porque lo decidí.
–Morir de qué manera. ¿Cree en la eutanasia, en el suicidio?

–Eutanasia es una manera de aliviar una enfermedad, eso es morirse dolorosamente. Yo quiero morirme sano, quiero descubrir el placer de morir. Con respecto al suicidio, la palabra está muy satanizada. Pero tiene una cosa muy llamativa: es la única cosa que el ser humano puede hacer y no puede hacer Dios.



–Ud. no le rehúye a la idea del suicidio.

–El suicidio en el sentido de poner fin a tu vida, no. Pero hay muy pocas palabras con un sentido tan negativo como esa.
–¿Siente que el final está cerca?
–Bueno, confío en que puedo vivir unos cinco años más. Tengo tres obras literarias terminadas: una obra de teatro, un libro de cuentos y otra novela. Creo que no me alcanzaría el tiempo para tratar de hacer una película. A lo mejor consigo el financiamiento, que es lo que más demora, y, antes de empezar, me voy al otro lado.

Lúcido, locuaz y productivo a los 85 años.

CINCUENTA AÑOS DESPUÉS

El libro "Veinte casas en el cielo" fue publicado por primera vez en 1958 en la colección Populibros, que dirigía el escritor y poeta Manuel Scorza. Era la primera novela de Armando Robles Godoy. "Yo tenía la novela escrita y guardada en un cajón. Por entonces también vivía en Miraflores. Y dio la casualidad de que Manuel era mi vecino. Entonces un día entró y me preguntó si tenía una novela terminada. Yo le dije que sí y se la llevó. Una semana después volvió para firmar el contrato". Por entonces la colección Populibros vendía cinco novelas por 10 soles de la época. "No era muy caro. La primera colección ya había salido y mi novela apareció en la segunda colección. Se vendió muy bien, los tirajes eran importantes entonces". Desde entonces pasaron 50 años para que la segunda edición viera la luz.


La República. Domingo. 7 de Septiembre 2008.

Friday, August 06, 2010

FUCK YOU, TRUMAN (Hiroshima / Nagasaki Anniversary again)

Hiroshima marks 65th atomic bomb anniversary



The mushroom cloud over Hiroshima after the dropping of Little Boy



The Fat Man mushroom cloud resulting from the nuclear explosion over Nagasaki rises 18 km (11 mi, 60,000 ft) into the air from the hypocenter

Wednesday, June 30, 2010

Obscenidad, estupidez y censura (Sobre el Proyecto de Ley de Censura de Obscenidad en la Prensa del Perú)

Obscenidad, estupidez y censura

Por Jorge Bruce

Dado que la inmensa mayoría de iniciativas de nuestros congresistas configuran soberanos despropósitos, procuremos por lo menos extraer alguna enseñanza de su reiterada estupidez. La última ha sido el proyecto de censura vinculado a la obscenidad en los medios. Como todo parece indicar que esta movida es otro más de esos fallidos globos de ensayo que pueblan semanalmente nuestro cielo, vamos a tomar en serio aquello de no hay mal que por bien no venga.

Yo sabía que en mi biblioteca tenía algo preciso al respecto. Gracias a la ignorancia de nuestros padres de la patria, lo recordé. Hace tiempo me entrevistó el más erudito en materia de obscenidad entre nuestros presentadores de televisión. Al concluir, me preguntó si me interesaría recibir un compendio de trabajos suyos sobre obscenidad y pornografía. En el mejor estilo nacional dije que sí, recibí el voluminoso texto en casa y lo relegué. Hasta hoy (¡Gracias hermanón!). El entrevistador era, por supuesto, Marco Aurelio Denegri y sus textos una delicia que aguardaba con paciencia entre mis libros.

Extractos: “¿Todo lo obsceno es pornográfico? No, porque no todo lo obsceno es sexual. Lo pornográfico, en cambio, siempre lo es (…). Además de la obscenidad sexual, existe la obscenidad excretoria, que comprende la micción y la evacuación fecal; y además de la excretoria, existe la obscenidad pédica. Orinar, mear, cagar y peer son actos ciertamente obscenos, habida cuenta de que no sean adecuados los sitios de su cumplimiento”. (Recuérdese a los presidentes Piñera, recientemente fotografiado meando contra una pared, o Toledo en el neumático de un helicóptero).
Esto es producto de la cultura, claro está: “Las mujeres de la tribu Musgu, del Camerún, localizan el pudor en el culo; se lo tapan escrupulosamente, pero dejan completamente descubierta la parte anterior del cuerpo”. Mientras los tembuanos y los peruanos ocultamos el pene, los masainos, “cuyo miembro es enorme, estiman vergonzoso ocultarlo”.

De ahí la dificultad de precisar la obscenidad. Denegri: “No podemos decir ‘esto’ es obsceno –advierte Bataille–. La obscenidad es una relación. No existe la ‘obscenidad’ como existe el ‘fuego’ o la ‘sangre’ (…). Algo es obsceno si alguien lo ve y lo dice; no se trata exactamente de un objeto, sino de una relación entre un objeto y el espíritu de una persona”.
Lo cual nos lleva a la censura propuesta por nuestros preclaros representantes: “Y a propósito de la censura, si hay algo obsceno per se, eso es la censura.”
Y por eso: “Señala Bataille con justa razón que el hombre tiene permanentemente miedo de sí mismo; sus movimientos eróticos lo aterran; por eso desbarra, porque no comprende lo que pasa; incomprensión debida al desconocimiento que profesa de sí propio; pero como tampoco se esfuerza por conocerse, no domina lo que le aterra y sigue inevitablemente cometiendo estupideces.

Mientras nos espante el erotismo y nos angustie el placer, habrá censura, vale decir estupidez a borbotones, expulsada con el mismo arrebato con que brota el petróleo de la tierra”.

Acallado el ruido del proyecto retrógrado, ¡que alguna editorial publique los escritos de Denegri!

Friday, June 18, 2010

Two essays about Saramago's Blindness

BLINDNESS
Comments of Bob Corbett
October 2001

How are we to imagine a world in which some central part of our meaning system suddenly disappears? I've played with the idea in thinking about having survived an atomic war which destroyed most humans, and all the basic infrastructures of everyday life. The problems one runs into even in such a game of imagination is to be consistent and being able to step far enough away to see what it is that really changes. In my day-dreaming imaginings I never went so far as to even dare to consider the inner changes in my person or the other survivors around me. It was much more than I could do to even anticipate and manage the physical problems of change and how to deal with them.

Jose Saramago presents us with exactly such a problematic, yet his masterful analysis deals not only with the physical aspects of change and how his characters deal with them, but he inters into the psychological realm and astounds us with his insights and brilliance.

A man is sitting at a traffic light one day waiting for the light to turn green and he suddenly goes blind. This is the "first blind man." Slowly this mysterious form of blindness, the like not known in the literature of modern medicine, spreads to the whole nation. As best we know, there is only one sighted person left in the realm. We follow a cast of fewer than 10 characters in detail. We have no names, only descriptors. After all one character tells us "blind people need no names." There is the first blind man, the first blind man's wife. The blind man had a seeming good semaritan who helps him home and but then steals his car and is thus called the man who had stole the car. There is the doctor whom he consults and the doctor's wife, the girl with dark glasses, the boy with the squint and the man with the black eye patch. There are a few others, but these become our key characters, later on adding the dog of tears.

In the early days of the white blindness in which each person seems only a white creamy mass, the government freaks out at the quick contagion of it and inters a large number of the blind in an old insane asylum. There, in scenes which are quite reminiscent of Golding's The Lord of the Flies, pure anarchy reigns and a gang sets itself up to control the government delivered food.

Soon however, the 7 central characters have escaped the asylum when it turns out that all the guards who are keeping them interred have themselves gone blind and they simply walk out into a world of all blind people.

All blind people that is, save one. The doctor's wife somehow remains sighted and she is able to give this small group the advantages that allows it to survive when others could not. She can locate places, keep them all in line and, most importantly, find food and water in a world gone blind.

What is this odd book of Jose Saramago? Is it an allegory? If so an allegory of what? Of the dependency of humans on basic systems of order in the manner of Thomas Hobbes? Is it a condemnation of humans as being only on the edge of civilization and being shown to be ready to plunge into barbarism at the least shaking of central systems of order? Or on a more positive note, is the tiny group of 7 the hopeful core that even in such catastrophic circumstances would maintain humanity and re-create a safer environment? Were this latter the case then the critic has a difficult time explaining the presence of the one sighted person who survives and leads. Or does this problematic suggest that leaders are essential to the continuation of the human species?

Or, abandoning the allegory theory, is this simply an astonishing tour-de-force of imagination, being just what it is literally and no more, the investigation of the logic of life when something such as sight disappears and the sighted woman is necessary as a sop since no other believable mode of survival would be easily available. This view would harmonize with the direction one finds in other Saramago novels especially The Stone Raft and The Gospel According to Jesus Christ, perhaps even of The Year of the Death of Ricardo Reis. Saramago seems to have a passion for playing with alternative realities and attending with care to the logic of the system he once sets up.

I believe I lean much more to this notion that we are to understand Blindness not as an allegory, but as an exploration of an alternative reality. On his view we are freer to remain inside the story as given and just marvel at how he unravels the story and develops not only the physical ramifications, but especially how he deals with the inner realities and changes in the character's minds. However, on this view we are left with the curious status of the doctor's wife's sight, and then the even more curious recurrence of the "special" dog which we had in The Stone Raft as well. Saramago seems to like dogs in nearly occult roles in his fantasies. This one, however, plays no central as the dog in The Stone Raft. Rather, it gets it name by licking away the tears of the doctor's wife when she breaks down in near despair on see what has happened to the blind city. The dog of tears remains with the group the rest of the tale, but seems to have no other role.

After just the first few pages I nearly lost my faith in Saramago. The blind man goes blind at the stop sign, gets taken home by the car thief and soon is taken to the doctor, who is an ophthalmologist, by his wife. I began to wonder -- how in the world can he sustain an entire moderately long novel as the story of this blind guy. Where could this go? What is there to build on? I suspected I may have had a weak Saramago novel in my hand. And then the thunderous second shoe drops, the doctor goes blind in the night. I simply gasped aloud on the subway I was riding when that happened. I knew I was now in for something odd, but I had no idea just how odd and soon people were falling into blindness with great rapidity and I was hooked on a new alternative world according to Saramago. The ending, which I won't mention was very unsatisfactory to me, but I'll leave that to the reader to discover and evaluate on his or her own.

Jose Saramago is one of the great masters of storytelling and fiction of our time. His language is impeccable and he plays with it often, calling attention to it, even interrupting the story to reflect on words and modes of expressing thoughts. The story itself is captivating and in the later sections when the group of 7 are wandering in this nightmare of a city where all are blind is one of the most frightful and even terrifying scenes I know in fiction. This is in no way a horror story, yet I can't imagine a novel in the genre of horror rising to the level of terror that Saramago strikes in us in these scenes of wandering bands of blind people struggling to find food and stay alive. It is a macabre and brilliant painting of pictures for the verbally sighted and yet another addition to the marvelous list of Saramago triumphs.

Special thanks to George Snedeker for this note:

George Snedeker

I have just read your review of Saramago's BLINDNESS. As a visually impaired person, I have been trying to make sense of his use of blindness as a trope. blindness operates in his text as both an intertextual sign and as a referent. blindness represents limitation. this is true in the very obvious sense of the analogy between knowing and seeing. blindness also leads the characters to return to the state of nature. I have always been troubled by the doctor's wife. her eyes allow her to lead the others to safety. she is also necessary as the narrator of the story. without her, who would describe the events and scenes of the novel.



BETWEEN METAPHOR AND REFERENT:Reading Saramago's "Blindness"
George Snedeker
Sociology Program
SUNY/College at Old Westbury

Jose Saramago received the Nobel Prize for Literature in 1998. Although several of his books were available in English translation, not many people in the United States had read his novels prior to the award. Soon his latest novel, Blindness, was on the New York Times Best-Seller List. If I had not previously read two of his earlier books, I would not have been much interested in reading an allegorical novel that uses blindness as its master sign.

Saramago uses a quotation from the Book of Exhortations as the epigram to Blindness: "If you can see, look. If you can look, observe". Near the end of the novel, when the blind people are getting their vision back, he has one of his characters remark:" I don't think we did go blind, I think we are blind, Blind but seeing, Blind people who can see, but do not see" (292). These two quotations indicate the political and philosophical intention of the novel. They indicate, but do not disclose it. The greatest problem with an allegorical novel like Blindness is that it grants too much freedom to the reader. It allows too many interpretations.

Saramago uses blindness as a metaphor for both personal misfortune and social catastrophe. The story begins when the first blind man loses his vision in his car while waiting for a traffic light to change. The man who helps him get safely home goes back and steals his car. The next day the wife of the first blind man takes him to see the eye doctor. Within a few days, the wife of the first blind man, the car thief, the doctor and all of the patients in his waiting room also go blind. The only character in the novel that miraculously avoids the affliction of blindness is the doctor's wife.

With a large number of people going blind quickly and with no apparent cause, public health officials panic and the blind are interned in a former mental hospital to protect the population from infection.

They are provided with food but are left to fend for themselves within the walls of the abandoned mental hospital. Soldiers keep watch and threaten to kill anyone who tries to escape.

The numbers of infected persons increases rapidly. New groups of blind people are imprisoned in the hospital. Among the new inmates are a group of hoodlums, one of whom possesses a gun. The hoodlums soon demand that the other internees pay for their food and provide them with women to fulfill their sexual desires. This outrage soon leads to a revolt. A few days later, the blind internees realize that the entire population of the city has gone blind and they leave the hospital in search of food.

As the narrative of Blindness progresses, the conditions of the blind continue to get worse. They find themselves in a society that no longer functions. Blind people roam the streets looking for food and shelter. After scavenging for days, they realize that soon it will be impossible to obtain enough nourishment to keep alive. While they are at the edge of despair their vision miraculously begins to return. The novel abruptly ends without making clear in what ways people have been transformed by the horrific experience of collective blindness.

As I mentioned earlier, the doctor's wife is the only character who does not go blind. She remains free from infection. This allows her to assist the group of blind people. Her eyes allow her to exercise a degree of control over the situation. It is she who kills the blind man with the gun. It is she who leads the blind in their search for food and shelter.

Blindness is clearly a sign of limitation in this novel. It causes the entire society to no longer function. It also places blind people in the condition of physical jeopardy and psychological torment. The society no longer functions because the blind are not able to provide the ordinary services that we are routinely dependent upon for survival: the production and distribution of food, water and electricity and the maintenance of the infrastructure of transportation and communication.

The central problem with Saramago's novel is that his master sign "blindness" is a floating signifier. No matter what his intention, the metaphor of blindness has a real referent. Readers of this novel are faced with an ambiguity, the relationship between the "symbolic" and the "real". The authorial voice of the novel and the critical response which has appeared in the mainstream press has occluded the problem of the referent. Saramago writes as if his metaphorical depiction of misfortune and catastrophe could somehow be innocent of the cultural meanings that are routinely associated with visual impairment. It is interesting to note that reviews which have appeared in the mainstream press fail to even consider that the use of blindness as a metaphor might pose a problem.

Reviewers have often made the comparison between Blindness and Camus' Plague, Kafka's Trial and Golding's Lord of the Flies. None of the reviews I have read have made the more obvious comparison to H.G. Wells' short story "The Country of the Blind". In this story, Wells uses blindness to represent a restricting society and the struggle of the individual against social conformity. Both Saramago and Wells use blindness as a sign of limitation because this idea is readily available. It is part of our common stock of cultural images. They use "blindness" for the same reason that Golding uses "children" in Lord of the Flies.

Like Camus, Saramago uses disease as a way of representing social and political crisis. Both authors emphasize the human response to social catastrophe. However, there is a problem with the representation of historical events by means of a medical model. In this representation, nature displaces the social and replaces it with an image of fate. As a consequence, blindness is defined as a physical condition.

Saramago's writings have often been discussed as an example of "magic realism". However, Blindness has more in common with Kafka's allegorical novels than it does with works by Gabriel Garcia Marquez or Salman Rushdie.

The fundamental problem posed by allegorical novels is how to locate their political and social meaning. Saramago provides his readers with few clues to guide interpretation. The story is set in an unnamed country, somewhere in the second half of the twentieth century. There are few identifying characteristics that provide a context for the events that transpire.

The epidemic of blindness takes place without any apparent cause; the disease spreads quickly and as the novel ends the blind are getting their vision back. Their recovery has as little explanation as the onset of blindness. The problem the reader is faced with is what to make of the metaphorical illness, the social catastrophe, and the miraculous recovery. What does it all mean?

Near the end of the book, Saramago has one of his characters suggest that perhaps they had never really been blind, that perhaps the sighted do not really see. If this is meant to be the underlying message of the novel it is, in fact, not a very original idea, since the analogy between "seeing" and "understanding" is one of the oldest ideas in Western philosophy. It is perhaps most clearly illustrated in Book 7 of The Republic, where Plato uses a visual metaphor to illustrate the limits of human understanding. He describes a cave where several people are seated in such a way that they cannot see the direct light of the fire. Instead, they can only see its distorted shadows upon the wall of the cave.

I suspect that Saramago is more interested in probing the human capacity to understand social reality than the Platonic concept of Absolute Truth. I wish he had chosen a better way of representing this quest.

Bibliography

Plato. 1961.The Collected Dialogues of Plato. Princeton: Princeton University Press

Saramago, Jose. 1997. Blindness. New York: Harcourt Brace

Wells, H. G. 1911. The Country of The Blind and Other Stories. London: T. Nelson

Muere escritor portugués José Saramago


Muere escritor portugués José Saramago
Vie, 18/06/2010 - 07:34


El escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago falleció hoy, viernes, en su casa de Lanzarote a los 87 años de edad, a causa de una leucemia crónica, informaron fuentes de la familia.

La muerte se produjo cuando el escritor se encontraba en su residencia canaria, acompañado por su mujer y traductora, Pilar del Río.

José Saramago había pasado una noche tranquila. Tras desayunar con normalidad y haber mantenido una conversación con su esposa, comenzó a sentirse mal y al poco tiempo falleció, explicaron las citadas fuentes. (Madrid, EFE)

Tuesday, May 11, 2010

Lukanikos, the Greek [awsome] riot dog

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Monday, April 26, 2010

En Octubre No Hay Milagros (extracto)



Y así como a Don Lucho, mañana, a ti, también, pueden sacarte los muebles a la calle. Será como abrirte el estómago y dejar, a la mirada pública, tus intestinos: lo más íntimo que tienes. Entonces, después de muchos años de trabajo, comprenderás que nunca tuviste un pedacito de tierra para vivir, que todo lo tuyo fue ajeno, que ni siquiera eres dueño de tu patria. Y todos estarán contra ti: los pobres sólo verán, desde lejos, tu desgracia; los ricos dirán que fuiste un hombre sin voluntad, que te faltó energía para conquistar un sitio en tu país. Y si reclamas, la fuerza del orden te acusará de rebeldía y, violentos, te enseñarán los deberes de todo buen ciudadano. La iglesia te aconsejará paciencia, humildad; los políticos te prometerán un cielo terrenal a cambio de un voto; los sabios et avergonzarán al demostrar que no supiste emplear la inteligencia para hacer fortuna; los poetas señoritos verán tus cosas en la calle y luego cantarán al geranio de tu maceta rota o a tu gato que juega sonámbulo con el sol; los escritores puros tomarán debida nota de tu tragedia y escribirán un cuento perfecto en donde tú sólo serás un personaje interesante para sus artificios verbales. Y será anti-literario, nada formal, para los críticos de los diarios de Don Manuel, dialogar contigo, a través de esta novela, decirte que la revolución socialista depende de la acción colectiva y consciente de todos los que, como tú, no tienen un pedacito de tierra en su país, para vivir.

En Octubre No Hay Milagros

Oswaldo Reynoso


El próximo mes me nivelo (Julio Ramón Ribeyro, 1969)

El próximo mes me nivelo El próximo mes me nivelo (no se publicó como un libro individual,  fue publicado en 1972  como parte del  segundo t...