Boogie de frente y de perfil
Nombre: Boogie
Alias: el Aceitoso
Fecha de nacimiento: 1972
Lugar de nacimiento: Revista Hortensia
Domicilio: Desconocido
Padre, tutor o encargado: Roberto Fontanarrosa
Estado civil: soltero
Hobbies: comprar armas, disparar a transeúntes desde la ventana de su departamento
Señas particulares: anda todo el día con un cigarrillo en la boca
Personaje admirado: Jack, el destripador
Personaje detestado: el resto de la humanidad
Observaciones: delincuente peligroso
"El sueño americano" | |
"Sé que Boogie me despreciaría mucho, Por sudamericano de un país periférico y por hispanoparlante. No entraría dentro de sus amistades." Roberto Fontanarrosa |
Wanted. Buscado
Prófugo de la justicia desde su nacimiento, Boogie, Matón a sueldo, sirve con efectividad asesina al mejor postor : puede perseguir judíos, negros, homosexuales chicanos, extorsionar a periodistas por orden de algún político, protagonizar el aviso publicitario de la " 44 Magnum de luxe" o - más humanitariamente- asistir a un suicida al que el falta coraje para matarse. Es rubio, musculoso, de fuerte contextura física. Mandíbula a lo bulldog, tiene la típica dentadura, enorme y perfecta, de sus admirados yanquis. " Seguí el consejo de Quino - argumenta Roberto Fontanarrosa, su ideólogo- : ser lo más libre posible de entrada, para no ajustarme al encadenamiento, al cautiverio que significa ceñirse a una evolución a una evolución cronológica" (1) No obstante, desde hace algún tiempo, se le nota más gordo ; su cuello perdió forma y ya no se afeita con asiduidad : Boogie envejeció. En los últimos tiempos, el personaje participa cada vez menos activamente en las aventuras. Más que protagonista, se volvió un relator de las historias de otros, ahora también calla y escucha. No hay que dejarse engañar : sigue igualmente frío, calculador, irónico y canchero, pero - luego de tanta inteligencia puesta al servicio del mal - ya no pueden ser peor. Sólo le resta confirmar su personalidad una que otra vez
Un duro al estilo yanqui - de no haber nacido en una historieta- bien podría haber sido uno de los personaje del género policial negro ( Boogie " ¡sucio negro ¡") que aparecieron en los Estado Unidos a partir del crack de la Bolsa de Wall Street, en 1929. El mismo tipo de violencia -urbana, callejera, hostil- que se acentuó en la sociedad con la crisis económica, permeó los relatos : el gangsterismo, el tráfico de droga, los manejos sucios en la policía, la corrupción. En un contexto similar se desenvuelve " el Aceitoso". El tratamiento que intento dar al clima, a su entorno - sostiene su autor ( material e intelectual)- es, ciertamente la recepción que tiene en mí toda la información que uno recibe sobre violencia, armamentismo, drogadicción, impunidad permanente. Al ser un personaje corrupto le está permitido ser vulnerable a todo eso, empaparse en ello. Si fuera un héroe convencional sería escéptico, ajeno, y no creo que cumpliera la misma finalidad con la misma eficacia (2) A diferencia de lo que ocurría en el policial clásico, en la novela negra no se distingue el fondo de la forma, se confunden la víctima, el asesino y el detective. El investigador se ha vuelto cruel, escéptico, mujeriego y bebedor ; más que juzgar al criminal, lo comprende. Visión crítica de la sociedad, la narración es guiada por un nuevo punto de vista: el del asesino .( Boogie " Las contradicciones del sistema...) (3) "He aquí un hombre de acción, duro de pelear, cuya sonrisa pensativa constituye el gesto más peligroso : el que odia recibir golpes sin devolverlos y que a nadie persona, hombre o mujer, muerto o vivo" (4) Asi era descrito el protagonista de Cosecha roja , de Daniel Hammett, precursor de los personajes duros que, después , Boogie encarnó en las viñetas. Cuando Fontanarrosa publicó por primera vez su tira, en la década del 70, los policiales negros -ignorados en la Argentina hasta los años 60- cobraban cada vez más lectores. Como los detectives duros, " el Aceitoso" sabe moverse en los suburbios neoyorquinos y en territorios cruzados por los negros , los chicanos y los agentes de la CIA. Peleó en la Guerra de Vietnam, en la de Nicaragua y en la del Golfo. Mal que le pese, sin embargo no nació en un magazine yanqui sino en una revista cordobesa. No por nada dice " Jelou" , en lugar de " Hello". Si hasta sus armas suenas distinto, herencia, probablemente, del genio de Hugo Pratt, tal como sugiere Fontanarrosa. " Él cambió la banda sonora de la historieta. Hasta que apareció el Sargento Kirk disparando su rifle contra los bandidos, en todas las historietas, los balazos sonaban : ¡¡¡bang, bang!!!. Pero, de pronto, el rifle de Kirk hacía " crack.crack,crack". Pensábamos que habíamos escuchado mal y tuvimos que volver a leerlo. Tiempo después, quizás en el 55, desde la terraza de mi casa, escuché unos disparos Es imposible, además no asociar al personaje con los matones argentinos, represores durante la dictadura militar y mano de obra sin ocupación fija en democracia. " Durante el Proceso pienso que pudo haber aparecido Boogie en ( el bar) El Cairo - dice el dibujante- . Es más estoy casi seguro de que estuvo. Vi a alguien corpulento que bajó de un auto con un cigarrillo en los labios, cerrando la puerta con violencia. Entró por el lado de la ochava como si el lugar fuera suyo. Llevaba saco abierto para que uno entreviese el bufo. Boogie y sus amigos decían que El Cairo era una cueva de zurdos y seguramente él estaba allí para llenarnos de espanto" Amor filial Boogie se relaciona con al mundo de un modo utilitario y establece vínculos descartables con todo lo que lo rodea : trabajos, compañeros de bar, mujeres. Su única relación es con las armas, a las que quiere, cuida y protege como no hace con ningún otro ser. De la madre, sólo es posible precisar que ya no vive y que se llamaba Eileen Jennifer Olmstead; en cuando al padre, apareció una sola vez en una tira que Fontanarrosa consideró tan mala que no fue recopilada en ningún libro. " El Aceitoso" tuvo también un hijo - a quien le dio para jugar una granada, pero esterilizada-, una tía y un primo, Ultra, el único familiar con el que tuvo un contacto algo más sostenido. "Todo lo humano me es ajeno" Dos capítulos de Ultra fueron publicados en la revista Tinta, en 1972, y el resto de la historia permaneció inédita hasta veinticinco años después, cuando fue recopilada en un libro por la editorial de la Universidad Nacional de Rosario, que se incorporó al presente tomo. "El Aceitoso" nació como parodia de Harry , el Sucio mientras que su primo había tomado como referencia a James Bond, el agente 007 y eso marcó las diferencias desde el inicio. " Boogie se mueve por dinero. Ultra, en cambio, responde a razones que han pasado de moda : los ideales, la humanidad, alguna patria, el trato fraterno- explica Reynaldo Sietecase en el prólogo de esa edición -. A diferencia de Boogie, con su realismo duro, Ultra tiene un simbolismo poético que después no se repitió en los trabajos posteriores de Fontanarrosa. Hay un dragón con cierta melancolía, una nena que baila y desaparece, una persecución de un hombre misterioso Helotro y más " Ambos se parecen físicamente. De su primo, " el Aceitoso" adoptó la forma de sostener el cigarrillo entre los labios y también los chistes breves, la ironía, ciertas referencias y los juegos con los textos. Boogie le guarda algo que en otros podría llamarse cariño, sobre todo por aquellos primeros años de la década del 70, cuando se sentaban a beber y fumar juntos. La última noche que se vieron, le advirtió " terminarás muerto defendiendo una causa perdida, o enamorado. No sé que es peor" (5) Vivo o muerto
En la década de 70 Boogie comenzó a aparecer en el diario El Tiempo, de Colombia, y -luego de ser mudado de suplemento - su publicación fue finalmente suspendida porque, según argumentaron los editores, volvía simpática la imagen del "sicario", como se denomina allí a los asesinos a sueldo. Por entonces, le llegaron a Fontanarrosa varias cartas de lectores que defendían al personaje. "Era una cosa terrible, tipos contentos porque por fin llegaba alguien que les pegara a los negros y a las mujeres". Una feliz lectura literal, que no interpreta la parodia. A lo largo de su existencia, el personaje se instaló a punta de pistola en diversas revistas nacionales -como Humor y La Maga- e internacionales -como el prestigioso semanario Proceso de México-. Allí su nombre ingresó al lenguaje político: "ése es un Boogie" se llegó a decir para mencionar a tipos de oscuros procedimientos e intenciones. Desde 1974, en que apareció la primera recopilación de páginas del héroe en forma e libro, publicada por Ediciones de la Flor, doce tomos renovaron su contacto con los lectores : el último, salió a la venta en 1995. un centenar de historietas no incluidas en ninguno de esos libros están en el presente volumen. Pero no sólo en la Argentina se leyeron en libros las andanzas de Boogie. En 1975 se publicó en Italia, una librito de la colección " Comic Strip" de la editorial E.A., bajo el equívoco título de Bogart. Mucho más dignamente apareció, también en italiano , Boogie, l Oleoso, en publicado en 1989 por Glénat. En Brasil se llamó Boogie, o Seboso, y lo editó L&PM Editora de Porto Alegre. Conservand su nombre real, la editorial La Oveja Negra publicó en Colombia siete volúmenes que correspondían a los primeros de la edición argentina. Mercenario sin vergüenza para inmiscuirse en cualquier asunto, hasta sirvió de inspiración a Fernando Aure para su ópera Un sueño olvidado, que presentó en 1989 en el Centro Experimental del Teatro Colón. Sin que pueda ser localizado desde hace ya bastante tiempo, se vio a " el Aceitoso" por última vez en las páginas del suplemento Rosario/12. Pero se trata de otra de sus viles patrañas : esas aventuras no son nuevas. A esta altura, ya es buscado hasta por su propios autor: " El caso es que la gente como Boogie, es que tiene la violencia como gesto, me da mucho temor. No me gustan nada esos tipos que dividen las cosas con una línea tajante entre amigos y enemigos". Se recompensará con un ejemplar del presente libro a quien pueda aportar algún dato sobre Boogie " el Aceitoso". Vivo a muerto. ( Boogie : ¡ Oh , Shit ¡") Judith Gociol | ||||||||||||||
Referencias (1) Braceli, Roberto , Fontanarrosa, entrégate. Ediciones de la Flor, Buenos Aires , Argentina , 1992. De la extensa entrevista que allí se reproduce fueron tomadas. Salvo aclaración en contrario- el resto de las declaraciones que se citan de Fontanarrosa. (2) Ruiz Ibarlucea, Alicia. (selección y prólogo), Cuentos policiales argentinos. Huemul, 1989. (3) "Las contradicciones del sistema" ver página 56. (4) Braceras, Elena, Cristina Leytour y Susana Pittella, El cuento policial argentino, Plus Ultra Buenos Aires, 1986. (5) Sietecase, Reynaldo (prólogo) Ultra. UNR, Editora, Rosario, 1997. |