Thursday, May 22, 2008

Manifiesto de Surrealismo (André Bretón, 1924)

El texto pertenece al primer manifiesto del surrealismo que fue publicado en 1924. Es el texto completo tal y como lo concibió André Bretón. Posteriormente, en 1930 apareció un segundo manifiesto. En 1942, se publicó los prolegómenos a un tercer manifiesto.



Tanta fe se tiene en la vida, en la vida en su aspecto más precario, en la vida real, naturalmente, que la fe acaba por desaparecer. El hombre, soñador sin remedio, al sentirse de día en día más descontento de su sino, examina con dolor los objetos que le han enseñado a utilizar, y que ha obtenido al través de su indiferencia o de su interés, casi siempre al través de su interés, ya que ha consentido someterse al trabajo o, por lo menos no se ha negado a aprovechar las oportunidades... ¡Lo que él llama oportunidades! Cuando llega a este momento, el hombre es profundamente modesto: sabe cómo son las mujeres que ha poseído, sabe cómo fueron las risibles aventuras que emprendió, la riqueza y la pobreza nada le importan, y en este aspecto el hombre vuelve a ser como un niño recién nacido; y en cuanto se refiere a la aprobación de su conciencia moral, reconozco que el hombre puede prescindir de ella sin grandes dificultades. Si le queda un poco de lucidez, no tiene más remedio que dirigir la vista hacia atrás, hacia su infancia que siempre le parecerá maravillosa, por mucho que los cuidados de sus educadores la hayan destrozado. En la infancia la ausencia de toda norma conocida ofrece al hombre la perspectiva de múltiples vidas vividas al mismo tiempo; el hombre hace suya esta ilusión; sólo le interesa la facilidad momentánea, extremada, que todas las cosas ofrecen.

Todas las mañanas los niños inician su camino sin inquietudes. Todo está al alcance de la mano, las peores circunstancias materiales parecen excelentes. Luzca el sol o esté negro el cielo, siempre seguiremos adelante, jamás dormiremos. Pero no se llega muy lejos a lo largo de este camino; y no se trata solamente de una cuestión de distancia. Las amenazas se acumulan, se cede, se renuncia a una parte del terreno que se debía conquistar.

Aquella imaginación que no reconocía límite alguno ya no puede ejercerse sino dentro de los límites fijados por las leyes de un utilitarismo convencional; la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función subordinada, y cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años prefiere, por lo general, abandonar al hombre a su destino de tinieblas.

Pero si más tarde el hombre, fuese por lo que fuere, intenta enmendarse al sentir que poco a poco van desapareciendo todas las razones para vivir, al ver que se ha convertido en un ser incapaz de estar a la altura de una situación excepcional, cual la del amor, difícilmente logrará su propósito.
Y ello es así por cuanto el hombre se ha entregado, en cuerpo y alma al imperio de unas necesidades prácticas que no toleran el olvido. Todos los actos del hombre carecerán de altura, todas sus ideas, de profundidad. De todo cuanto le ocurra o cuanto pueda llegar a ocurrirle, el hombre solamente verá aquel aspecto del conocimiento que lo liga a una multitud de acontecimientos parecidos, acontecimientos en los que no ha tomado parte, acontecimientos que se ha perdido. Más aún, el hombre juzgará cuanto le ocurra o pueda ocurrirle poniéndolo en relación con uno de aquellos acontecimientos últimos, cuyas consecuencias sean más tranquilizadoras que las de los demás. Bajo ningún pretexto sabrá percibir su salvación.

Amada imaginación, lo que más amo en ti es que jamás perdonas.


(...)

El surrealismo, tal como yo lo entiendo, declara nuestro inconformismo absoluto con la claridad suficiente para que no se le pueda atribuir, en el proceso el mundo real, el papel de testigo de descargo. Contrariamente, el surrealismo únicamente podrá explicar el estado de completo aislamiento al que esperamos llegar, aquí, en esta vida. El aislamiento de la mujer en Kant, el aislamiento de los «racimos» en Pasteur, el aislamiento de los vehículos en Curie, son a este respecto, profundamente sintomáticos. Este mundo está tan sólo muy relativamente proporcionado a la inteligencia, y los incidentes de este género no son más que los episodios más descollantes, por el momento, de una guerra de independencia en la que considero un glorioso honor participar. El surrealismo es el «rayo invisible» que algún día nos permitirá superar a nuestros adversarios. «Deja ya de temblar, cuerpo». Este verano, las rosas son azules; el bosque de cristal. La tierra envuelta en verdor me causa tan poca impresión como un fantasma. Vivir y dejar de vivir son soluciones imaginarias. La existencia está en otra parte.

André Bretón
(1896-1966)

Tuesday, May 13, 2008

Hiroshima :: One of the Robert Capp´s photos

Classics: Whale, “Hobo Humpin’ Slobo Babe”

Whale

WHALE = Cia Soro + Henrik Schyffert + Gordon Cyrus

This song was the Swedish band Whale’s one and only alternative hit in 1993 and it was an instant Classic at that time.

This song caught any well educated ears thanks to that creepy little girl voice that sings disturbing lyrics and what sounded like a rabid pack of men belting out the chorus. The video is as trippy as frick - but like it anyway. Until now, I’m not really sure what this song is about but definitely it is one of the most exciting songs I’ve ever heard.

Here’s the video. If you’ve never seen it before, be aware of the freaky armpit licking and aluminum ass spanking with a lollipop that goes very well with this incredible song…





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Tuesday, April 29, 2008

Dos Cartas

En una aldea lejana, un joven se aprestaba a abandonar la casa de sus padres. Su abuelo, quien lo había criado desde pequeño, no disponía de medios económicos por lo que no podía darle apoyo material; así que cuando el joven se despidió de él, le entregó dos cartas como únicos legados diciéndole: "Úsalas sólo cuando te encuentres en reales dificultades; ábrelas una en cada oportunidad. Es lo único que te puedo brindar para tu largo camino; sé que te servirán".

El joven, triste por la despedida definitiva y esperanzado por el mañana que perseguía, se enrumbó a enfrentar el horizonte sin mayor posesión que unos pocos trapos y dos cartas que atesoraba. Conoció lejanos pueblos, aprendió sus lenguas, ignotas para la mayoría de mortales, y habló con ellas para conocer nuevas gentes y costumbres, y se regocijó leyendo libros escritos con alfabetos olvidados. También fue más humano y peleó en peleas que no buscó, besó a mujeres que no gustó; y en la vorágine de vivir cada día como si fuera el último, la vida le planteó un dilema aterrador: enfrentar un problema del que pensaba que no saldría victorioso o huir por siempre y vivir con la angustia alojada en su garganta hasta el fin de sus días. En ese momento de su vida, la Providencia hizo que recordara sus legados; fue así que recurrió desesperada y mecánicamente a la carta que su abuelo marcó como la primera y que éste le entregó el día de su partida.

La abrió presurosamente. En ese momento pensaba que dicha carta era alguna recomendación con algún importante potentado, las credenciales de alguna herencia, y hasta imaginó que era el mapa de algún tesoro perdido. Sólo encontró un papel con unas pocas palabras: "Inténtalo nuevamente, la solución está a tu alcance". El joven, luego de haber leído el papel, pensó que era una locura, que no le servía para nada. Pero luego de reflexionar, se dio cuenta de que no había intentado resolver la causa del dilema y que tan sólo buscó una salida rápida. Pensó en una solución y luego de meditar minuciosamente sus alternativas, enfrentó y dio solución a su problema, que por ser problema de hombre podía ser resuelto en esta tierra y en este tiempo.

Nuestro joven, con el tiempo, se hizo hombre. Conoció a la mujer que capturó sus actos e ilusiones, mujer con la que intentó hallar la felicidad. Tuvo por esposa a esta mujer y se creyó el ser más feliz sobre esta tierra cuando vio nacer a su primer hijo. Pasó el tiempo, y este hijo cayó gravemente enfermo, enfermo del alma por decepciones sufridas que acrecentó con malas decisiones, propias de su inexperiencia. El padre, como todo padre, quiso aliviar el pesar de su hijo. Recordó aquella vez cuando él creyó estar en reales problemas. Recordó a su vez lo que leyó en la primera carta; por lo que decidió buscar, aún con más ahínco que la primera vez, la solución del problema por el que atravesaba el hijo y que era causa de su angustia. En vano dedicó noches enteras en pensar como ayudarlo, no servían las influencias que había ganado a lo largo de su vida, ni el dinero ni la ciencia podían ayudarlo por que el tema del alma es materia demasiada elevada para ser entendida por los hombres. Pero no se resignó a no encontrar respuesta su pregunta, pues creía que no había agotado todos los caminos posibles en el mundo de los hombres tal como se lo aconsejó su abuelo en la primera carta.

De pronto, una risa ida asomó en su semblante. Sí, la segunda carta era lo único que podía ayudarlo. Corrió como un poseso hacia donde la había guardado. La abrió delicadamente y con prisa. Encontró un papel como el primero, también escaso en palabras como el primero, en el que leyó: "Escucha la voz del Tiempo. Esto también pasará". Lloró, gritó, rabió; pero, luego de reflexionar y buscar calma en su espíritu, encontró un segundo de lucidez en el que al fin comprendió que los pesares del alma y el paso del tiempo no pertenecen ni al mundo ni a las leyes de los hombres, que ambos son parámetros en cierta medida complementarios y que se encuentran en una dimensión ajena al entendimiento humano. Dio consejo a su hijo, quien halló resignación, e hizo del tiempo su aliado.

Nuevamente el tiempo jugó su parte; amigo, testigo, juez y verdugo. Nuestro hombre era ahora un anciano que escuchaba a su imberbe nieto decirle que había oído de aventuras allende el océano, de mejores tierras, nuevos paisajes y exóticas mujeres. En segundos, nuestro abuelo recordó pasajes lejanos de su vida, en imágenes aleatorias que llenaban su panorama mental. Dio media vuelta mientras escuchaba la voz de su nieto; indescifrable, chillona, pero que reclamaba libertad y sobretodo consejo. Buscó en una gaveta, extrajo una polvorienta caja. Encontró una llave de entre un manojo de oxidadas piezas de hierro, abrió la caja. Le entregó dos viejas cartas.

bauhaus77 – Dos Cartas

22 de agosto de 2002

Friday, April 18, 2008

Kultura Kombi - Lexicon Vulgaris

En su habitual recorrido por la ciudad, una combi se detiene ante la luz roja de un semáforo ubicado en una de las sucias esquinas de Lima, que bien pudiera ser la céntrica Av. Abancay o Tacna. En un kiosko cercano, un hombre de mediana edad ojea los titulares del día. Apesta a pachouli, tiene sobrepeso y un ralo bigote. Estrena lentes oscuros de imitación. Su camisa parda, medio planchada, medio arrugada, no solo revela un abultado vientre, sino también algunas manchas del almuerzo recién acabado. Viste un pantalón beige que probablemente cerró con no poco esfuerzo. Muerde un mondadientes, el mismo que sostiene obsesivamente con unos rechonchos deditos enfundados en toscos anillos de metal. Se divierte "cireando" a guapachosas jovencitas, domésticas y amas de casa que han salido a hacer sus compras de última hora. Ninguna le hace caso.

Antes que la luz del semáforo cambie a verde, el tipo sube a la combi abriéndose paso a empellones. Algunas señoras le recriminan su prepotencia, e.g. el empujón o la punteada recibida. Se ubica en el último asiento del vehículo, a la vez que lanza un vulgar y concupiscente suspiro. Sonríe, o al menos eso parece. Saca un diario chicha del bolsillo trasero y lo abre en la página central. Los estrafalarios artículos impresos en fondos multicolores iluminan su rostro. No le importan los textos, primero prefiere ver las fotografías de los derrieres de las bataclanas y los avisitos que caficcios y meretrices publican. Tal vez leerá después, si restan ganas.

Esta recopilación se hizo pensado en el lenguaje que usa nuestro ficticio(?) personaje. Aunque nunca se sabe, quizá pueda ser de útil a Ud. también.

Sources:

i) Intro: Paraphrasing del Blog del Dr. Monique

ii) Miccionario Oficial de la Real Jerga Peruana

iii) http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/168/168%20hildegard.pdf

iv) La lleca

¡¡¡Oye, te hablo desde la prisión!!! (Un poco de ubicaína en la jerga carcelaria)

Achomarse: Coimear, to bribe

Atorrante: Delincuente mal visto

Barrunto: Persona del mismo barrio. Arcaísmo: pensar, presentir

Batutear: Dirigir, mandar.

Cagada Hacer la cagada. Protestar con violencia

Drilo: Dinero, plata, guita

Confite: Confidente de los policías

Chusearse: Hacerse un tajo

Charlie: Preso que tiene bastante dinero

Faite: El ladrón que roba con clase

Fulera: Navaja, chaira, punta

Garra: Frazada

Goma: Golpiza

Grifa: Marimba, maricucha, yerba. US slang: maryjane, pot, weed, grass

Mariposear: Botar o pasar lo robado a un causita

Nacho: Narcotraficante

Ña: Violador de niños

Pay: Pasta, paco, tola, queso, liga (de pacos). En Argentina: raviol

Raqueta: Requisa

Tayta: El men en la reja, preso respetado

Toche: Tombo, raya

Algo menos lumpen pero siempre achori (un pekeño aporte de un batería del llauca):

- Alibabá: Ladrón, ratero.

- Anticucho: Denuncia en la cómica

- Batuteros: (Otra acepción de la jerga) Traficante de pacos en esquinas, salsódromos, y discotecas

- Batería: Mancha, banda.

- Blando: Catre

- Causa: Compañero de robo; choros encausados en delito perpetrado en común. También: yunta, amigo.

- Campeonar: Hacerla linda.

- Centrar: Traicionar a alguien para que lo capturen o asesinen.

- Cacharrero: Hombre con 'fichas' que se mete con la mujer ajena. Atrasador. Muchos terminan bajo tierra.

- Chalequear: Cuidar las espaldas.

- Chimpum: Fierro, cuete (cohete), tartamuda, pistola

- En one: Pronúnicese en wuan. Al toque, madrugar, adelantar, en una, en prima

- Ganso: Paga ganso. Chivo expiatorio. Inocente que declaran culpable de algún delito.

- Gatillo flojo: Asesino, sicario.

- Geisha: Gatorade, boyo, brócoli, brito

- Hincar: Meter punta, coser

- Matar Arrimar el piano, dar trámite. No confundir con quebrar

- MaJu Tramposa, (…ma’jugadora…)

- Manyas Entiendes amix (warning: recontra brócoli)

- Partidor: U know, Judas!

- Planchados: Parados (en la combi)

- Quebrar: Dar vuelta, matar, asesinar. En México: dar chicharrón.

- Río: Prisión, cárcel, la sombra.

- Sopa: Lleno (…’ta sopa)

- Un toque: Un touch, un momento; también: un poco; también: una jalada al wirito

Lo justo, pe’ primo…

************ Este fue un mensaje automático ************

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Wednesday, March 26, 2008

Para leer en forma interrogativa


Has visto verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa

Has tocado de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs

Has vivido
como un golpe en la frente el instante
el jadeo la caìda la fuga


Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.


Julio Cortázar

26 de Agosto de 1914
12 de Febrero del 1984

After such pleasures


Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni
esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.


Julio Cortázar

26 de Agosto de 1914 - 12 de Febrero del 1984

El próximo mes me nivelo (Julio Ramón Ribeyro, 1969)

El próximo mes me nivelo El próximo mes me nivelo (no se publicó como un libro individual,  fue publicado en 1972  como parte del  segundo t...