
Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?

El hombre era alto y tan flaco que parecia siempre de perfil. Su piel era oscura, sus huesos prominentes y sus ojos ardían son fuego perpetuo. Calzaba sandalias de pastor y la túnica morada que le caía sobre el cuerpo recordaba el hábito de esos misioneros que, de cuando en cuando, visitaban los pueblos del sertón bautizando muchedumbres y casando a las parejas amancebadas.
1 comment:
Uno de mis placeres sin culpas, ha sido la lectura. Así, he leído a Vargas Llosa: La tía Julia y el Escribidor, Ojos de perro azul, la ciudad y los perros, por ejemplo. Y me ha gustado.
Por lo que he leído en tu perfil, tenemos afinidades en cuanto a autores y contenidos a pesar de la diferencia generacional y eso, me indica que nuestras preferencias no son una moda sobre un tópico volátil sino, sostenidas por la firmeza de la calidad e inteligencia del creador, que a fin de cuentas, es lo que perdura y lo que realmente importa.
Saludos desde Chile, amigo mío.
Post a Comment