Por ende la mentira es lo reinante, bizarro imperio hecho de carne
Aun cuando las tripas aprieten al menor desasosiego, quizá un amor
Este es tan solo ridículo instrumento para extraviarnos más a la deriva
Náufragos en mar bravo, caída libre de un hipopótamo alado
El éxtasis del vértigo, el momento sacro del último suspiro
La pequeña muerte encarnando en dos cuerpos sudorosos
La libertad de morirse cuando se nos plazca
Esa es la verdad de la mentira, o el designio de lo que llamamos vida
Sin embargo la melodía última, suena como la primera
El llamado es nuevamente escuchado, las ovejas al corral
Las aves de rapiña devorando tripas de perro
O el cerebro de un mono en plato extranjero
El otoño vuelve a nosotros, difíciles viajeros
Extraños personajes y dubitativos rostros
Las hojas caen como fue antes y como será siempre, nunca como ahora
El adiós nos espera en la esquina que de mortaja esta ya calzada
El vació en nuestro estomago es ya el de ayer
La nostalgia del mañana en nuestros ojos, sangra ahora en nuestras manos
Los personajes y el adiós no son los mismos cada vez
Solo se sabe que al final de la melodía se es feliz y no importa que.